La situación, que se registra desde hace varias semanas, ha ocasionado largas filas en los establecimientos de venta del producto.
Rabia, frustración e impotencia son las palabras que mejor reflejan las emociones que han enfrentado cientos de osorninos durante las últimas semanas, a causa de la escasez de pellet que se registra en la comuna y lo que ha provocado largas filas en aquellos puntos de venta donde llega algún stock del insumo energético que en un par de horas se agota, dejando a decenas de familias sin calefacción en sus hogares.
Camila Acum, mientras realizaba hace unos días fila para adquirir pellets en uno de los locales de venta, manifestó que “nosotros cambiamos sin ningún programa del Estado los artefactos que teníamos a leña por pellets, básicamente porque fuimos papás y pensamos en contaminar menos el aire de nuestra hija, pero se transformó en una pesadilla. Hemos tenido que andar en carreras por comprar pellets y los primeros días simplemente no teníamos y ahí muertos de frío o usando electricidad”.
En tanto, Camilo García también mostró su molestia mientras esperaba ingresar al recinto. “Este es un invierno para el olvido, porque todo lo ineficiente que puede ser el Estado quedó en evidencia. He visto en estas filas adultos mayores que a riesgo de contagiarse esperan comprar un poco de pellet, porque resulta que les dijeron que cambiarse era un beneficio para su salud y ahora están muertos de frío y expuestos a la pandemia. ¿Y quien responde?, nadie”, dijo a El Austral.
José Ferrada, presidente de la Unión Comunal de Adultos Mayores, enfatizó que lo que ocurre con el pellet es una situación muy grave y las autoridades le bajan el perfil, responsabilizando del quiebre del stock a la crisis sanitaria del coronavirus.
La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, Eliana Catrilef, consideró que “el tema del pellet es una muestra más del fracaso del PDA, que ha sido lento, sin resultados claros y reales, porque decir que existe menos contaminación no es por el éxito de las medidas, sino porque las condiciones climáticas ayudan, ya que cuando es un año lluvioso obvio que hay menos mala calidad en el aire. Ahora, seguro van a insistir con el recambio de calefactores, lo que rechazamos nuevamente porque aquí se necesita mejorar el uso de la leña y no inducir a la gente a un recambio que los deje expuestos a lo que pasa con el pellet”.